<<         >>

Esopo 09: 5 fabulas

El león y el lobo - el cabrito y el lobo - el lobo y el asno enfermo - el perro viejo - la rana presumida

de Esopo

presentado por Michael Palomino (2009 / 2025)

Compartir:

Facebook

Twitter

41. El león y el lobo

Un león ...

... y un lobo, su paje, salieron de un bosque.

Pues el lobo se daba cuenta de campanas de un rebaño de ovejas y prometió al león una grande merienda, pero fue bien protegido el rebaño por los perros, y los dos no tenían ninguna comida...

<Un león-rey y un lobo, que le servía de paje, salieron del bosque en pos de aventuras.

- Detengámonos, señor -

dijo el lobo -,

que escucho el balido de ovejas. Iré, pues, por una de ellas, y así su majestad tendrá magnifica merienda.

Diciendo y haciendo el lobo se alejó, pensando en la recompensa que obtendría por tan encomiable servicio. Pastores y perros cuidaban sus rebaños en la pradera, prestos a matar a cualquier intruso, por lo que el lobo, con el rabo entre las piernas, retornó donde su temible amo.

- ¿Qué de la oveja? - rugió el león.

- No traigo ninguna -

dijo el lobo-,

están muy flacas; mejor que engorden...

- ¡Desgraciado de mí! -

rugió el león -

esto me pasa por confiar en gente inútil y artera.> (p.14)

41. El león y el lobo (español simple)
<Un león fue el rey y un lobo fue su paje. Salieron de la selva para buscar aventuras.
Dijo el lobo: "Vamos a parar, Señor,
porque escuchó ovejas con su balido. Entonces voy a tomar una de ellas y su majestad tomará un plato maravilloso."
El lobo se iba pensando a su salario para este servicio. Pero el rebaño tenía un pastor y perros para matar cada intrusor, y así el lobo regresó a su majestad sin nada y tenía miedo.
El león gritó: "¿Qué hay con las ovejas?"
El lobo dijo: "No le llevo ninguna. Son muy flacas, mejor que vayan a engordar todavía..."
Grito el león: "Oye, ¡eres un loco! Eso me pasa porque confío en gente sin sentido engañosa."> (p.14)

Interpretación
No prometes demasiado antes de realizar un proyecto.
(Michael Palomino 2009)

-----

42. El cabrito y el lobo

Un cabrito fue en una roca ... xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

... y gritó a un lobo que él no podría capturarlo en la roca...

<Un cabrito observaba, desde la cima de una roca, a un lobo que se calentaba al sol mañanero, con señas de no haber probado bocado desde tardes ajenas.

- Buenos días, señor lobo. Pruebe su habilidad de subir hasta aquí -

le gritó en su lenguaje osado el cabrito. El lobo, al fin lobo, trató de convencer con elocuente oratoria al cabrito para que bajara del alto peñasco.

- No caeré en tus engaños, pues tus embustes ya todos conocen -

Sin inmutarse, el lobo miró hacía arriba y dijo:

- ¡No admito insultos, miserable cabritejo, si no fuera la roca en la que estás encaramado ya probarías mis afiladísimos dientes!> (p.14-15)

42. El cabrito y el lobo (español simple)
<Un niño fue en una cima de una roca observando a un lobo que fue tomando un baño del sol en la mañana, con señales que no había comido nada desde la tarde del día pasado.
"Buenos días, Sr. Lobo. Vayan a testar aquí sus capacidades de trepar."
El cabrito llamó al lobo con sus palabras valientes. El lobo intentó manipular el cabrito de bajar de su cima.
"No voy a caer por tus mentiras, porque tus mentiras son bien conocidas."
El lobo se quedó tranquilo diciendo:
"No he insultado a nadie, maldito cabrito, porque cuando no sería la cima de una roca en la cual estás, entonces ¡tú serías testarías mis dientes agudos!"> (p.14-15)

Interpretación
No grites demasiado en una posición de superioridad, porque puede cambiar rápidamente la situación.
(Michael Palomino 2009)

-----

43. El lobo y el asno enfermo

Un burro (asno) dijo a sus colegas que sea muy enfermo y cuando va morir no quería que los lobos van comerlo. Sus niños dijeron a los lobos que solo sea poco enfermo...

<- Hijos míos -

dijo un asno, que enfermó repentinamente -

presiento que voy a morir y, cuando ello ocurra, no permitan que los lobos devoren mi cuerpo.

La noticia de la gravedad del jumento voló - como pluma que lleva el viento -, a los oídos de unos lobos hambrientos que pactaron hacerle una visita con el fin de montarse un festín. Cuando un joven asno abrió las puertas, unos de los carniceros anunció:

- Venimos a saludar a tu padre, gran amigo nuestro.

Al escuchar las voces, el hijo mayor asomó la cabeza por la ventana y contestó:

- Señores lobos, mi padre no está tan grave como ustedes lo desean. Necesita reposo y no los recibirá.> (p.15)

43. El lobo y el asno enfermo (español simple)
<"Niños", dijo un asno enfermo. "Tengo el sentimiento que voy a morir, y cuando eso se pasa, no permito que los lobos vayan a devorar mi cuerpo. "
Esta noticia del asno ernesto fue distribuido rápidamente a los lobos y declararon que pueden hacer una visita para una comida buena. Cuando un asno joven abrió la puerta, uno de los carniceros notó:
"Hemos venido para saludar a tu papá, es un buen amigo de nosotros."
Cuando el primer hijo entendió las voces controló la situación por la ventana y respondió:
"Mis Señores Lobos, mi papá no es tan grave enfermo como Ustedes lo desean. Él solo necesita tranquilidad y no recibe visitas." (p.15)

Interpretación
Buenos amigos siempre son buenos en situaciones de emergencia. Tienes que cuidar bien tus relaciones.
(Michael Palomino 2009)

-----

44. El perro viejo

Un cazador tenía un hermoso perro, pero ya fue viejo el perro y no pudo traer grandes presas más...

<Un famoso cazador tenía a su servicio un hermoso perro, terror de las liebres. Cierto día observó que su mastín se volvía flojo y desganado.

- Será por el engreimiento que le prodigo -

pensó el exigente amo.

Una mañana de lindo sol, el perro encontró una presa grande y gorda, pero tuvo que dejarla en el sendero, por lo mucho que pesaba. Enterado el cazador, propinó soberana paliza al animal. Y el perro - algo resentido - le dijo:

- ¿Por qué me castigas, amo mío? Bien sabes que ni valor ni voluntad me faltan. Fuerzas y dientes, en la vejez, los perdí para siempre estando a tu servicio.> (p.15)

44. El perro viejo (español simple)
<Un cazador famoso tenía un perro bello sirviéndolo asustando siempre a las liebres. Un día se daba cuenta que su perro mastín fue flojo y sin energía.
"Eso debe ser por los resultados de mis imaginaciones", el maestro pensó.
Un día con sol el perro encontró una presa grande y grasosa, pero tenía que dejarla cazándola en el sendero porque fue tan pesada. Cuando el cazador escuchó de eso fue golpeando el perro. Y el perro dijo con un poco de rabia a él:
"¿Por qué me castigas, maestro? Tú sabes bien que no me falta de coraje ni de voluntad. Pero soy viejo y no tengo la misma fuerza y los mismos dientes porque ya fui en tu servicio por mucho tiempo.> (p.15)

Interpretación
Viejos necesitan trabajos más ligeros.
(Michael Palomino 2009)

-----

45. La rana presumida

Una ranita presumida no quería ...

... casarse con un sapo ...

... pero cuando la ranita fue demasiado traviesa, una culebra de agua se dijo que la ranita sea una buena comida ...

y el sapo salvó la ranita...

<Hubo una vez,  una ranita presumida que se creía la reína de los batracios del vergel. La tal rana pasábase el día mirándose en la superficie de las charcas como quien se mira en un espejo; y se creía tan linda que su orgullo y vanidad la hicieron insoportable. Una mañana de primavera, la ranita se hallaba tomando sol entre las flores de la orilla, cuando se le acercó un sapo, no muy guapo que digamos.

- Buenos días, -

dijo el sapo con voz ladina -.

La veo tan linda que de mil amores me casaría con su alteza.

- Oiga, oiga, don sapo -

lo interrumpió indignada la ranilla -,

sepa que no me arreglo para gente de poca monta como usted. Marche, marche de ahí enseguida a buscar una pareja de su laya, que me da miedo mirarlo. ¿No se ha visto en un espejo?

El pobre sapo, avergonzado de su fealdad, se hundió en el cieno llorando su desventura. Pero, muy pronto, halló, la rana el castigo a su soberbia. En sus numerosas zambullidas se encontró de manos a boca con una culebra de agua que, aproximándose demasiado al pequeño anfibio, le dijo:

- Me parece, preciosa mía, que vas a servirme de suculento banquete esta mañana.

Y, uniendo la acción a las palabras, introdujo en su enorme boca una de las patitas de la rana. Esta, sintiéndose malherida, comenzó a croar desesperada y, acordándose del sapo, comenzó a llamarlo a grandes voces.

- ¡Don Sapo! ¡Don Sapo! ¡Venga por favor! ¡Socorro! ¡Ay don sapo! ¡Que me devora un monstruo!

El sapo acudió presuroso y, dando con su boca un enorme tirón a la cola de la culebra, la obligó a soltar su presa.

- Usted perdone, don Sapo -

se explicó la rana -,

cuanto le dije hace un momento. Fue cosa de nervios. A la verdad no me parece usted tan feo y ... creo tenerle cariño.

Al fin se casaron... ella se convenció que la fealdad del cuerpo no es cosa importante si está compensada con la belleza del alma.> (p.15-16)

45. La rana presumida (español simple)
<Fue una pequeña rana con nariz alta pensando que sería la reina de los batracios del vergel. El día de la rana no fue más que verse en la superficie del estanque. Todos pueden verse así como en un espejo. Se contempló para tan bella que su orgullo y su nariz alta fueron inaceptables. Una madrugada la rana tomó un baño del sol entre flores en la orilla cuando vino un sapo sin bella fachada.
"Buenos días"
dijo el sapo con voz engañosa.
"Te veo tan bella que me gustaría de casarme con Ustedes con todos mis miles amores.
"Hola, oye, Sr. Sapo",
la rana le interrumpió con rabia.
"Deben saber que yo no me intereso para gente como Usted. Simplemente se vayan, vete de aquí para encontar parejas como migo porque tengo miedo de verte. ¿No te has visto en un espejo?
El pobre sapo tenía vergüenza de su fachada mala, se hundió en el barro y lloró por su mala suerte. Pero en corto tiempo la rana encontró su castigo para su orgullo. Navegando en el estanque había una serpiente de agua que se acercó demasiado indicando:
"A mí me parece que Usted se vayan a ser una comida de fiesta esta mañana."
Y conectando las palabras con acciones, las pequeñas piernas de la rana entraron en la boca gigante. Ahora la rana gritó fuertemente, se recordó del sapo y fue llamándolo con alta voz:
"¡Don Sapo! ¡Don Sapo! ¡Venga por favor! ¡Ayuda! ¡Oh Sr. Sapo! ¡Un monstruo está comiéndome!
El sapo entró y tocó fuertemente la cola de la culebra esforzándola de dejar su presa.
"Discúlpame, Don Sapo", explicó la rana, "que yo había dicho antes. Eso fue una cosa de los nervios. Para ser honesto, no me pareces tan feo y... creo que tengo una afición.
Finalmente han casado... Ella vino a la convicción que el cuerpo feo no es tan importante cuando hay un equilibrio con la belleza del alma.> (p.15-16)

Interpretación
La apariencia no es tan importante para la vida. No te dejes manipular por la tonta moda capitalista. Y:
En la crisis se detecta quién son los amigos verdaderos.
(Michael Palomino 2009)

<<          >>